
La infidelidad es algo muy común de todos los días. La mayoría de las personas ya han pasado por una situación similar, pero a este ratón lo han traicionado en su propia cara. Muy tarde percibió el engaño, pues ya tenía un hijo, el cual era la pura e indiscutible evidencia de que su mujer, la ratona, había estado con otro “hombre”.
El tercero en cuestión era nada más ni nada menos un personaje que todos conocemos a esta altura de la era tecnológica.
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