jueves

El problema de no saber idiomas

Un señor fue a visitar, en un hospital, al vecino japonés, víctima de un grave accidente automovilístico. Encontró al amigo japonés todo entubado, era tubo por aquí, tubo por allá, cables por todos lados.
Se quedó allí parado, en silencio, al lado de la cama del amigo de ojitos cerrados, sereno, reposando con todas aquellas
mangueras conectadas a su pequeño cuerpo.
De improviso, en un momento dado, repentinamente, el japonés con los ojos casi fuera de órbita, grita:
"¡¡¡ Sakaro Aota Nakamy Anyoba,Sushi Mashuta!!!"
Dicho eso, suspiró y murió.
Las últimas palabras del amigo amarillo quedaron grabadas en la mente del tipo. En el último día de la novena, después de la
misa por el fallecido, el tipo este se aproxima a la madre y a la viuda y abrazándolas les dice:
- Doña Fumiko y doña Shakita, mi amigo, Fuyiro, segundos antes de morir, me dijo unas palabras que no consigo olvidar:
"¡¡¡Sakaro Aota Nakamy Anyoba,Sushi Mashuta!!!".
- ¿Qué quieren decir?
La madre de Fuyiro se desmaya casi al instante y la viuda lo mira asustada y el tipo insiste:
- ¿Qué quieren decir esas palabras, señora Shakita?
La viuda lo mira con rabia y le responde:
- Quiere decir exactamente:
"¡¡¡NO ME PISES LA MANGUERA DEL OXÍGENO , HIJO DE P....!!!"

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